Regalar hoy en día no se diferencia mucho a cómo lo hacían antes, ¿o quizá sí?
La historia está llena de regalos curiosos que harían temblar a cualquier amigo invisible. Desde emperadores con aires de grandeza hasta reinas que si que sabían lo que era marcar territorio con estilo. Estos regalos han sido de todo menos aburridos, y oye, si ellos han podido regalar cosas tan locas, ¿por qué tú no?
Cleopatra y el barco más perfumado de la historia
Se dice que Cleopatra, para impresionar a Marco Antonio, perfumó las velas de su barco con aceites esenciales tan potentes que conseguían que el olor llegase incluso antes que ella. Ante esto, Marco Antonio cayó rendido, normal. Si, como es lógico, no tienes un barco a mano que poder perfumar (ni un Marco Antonio al que atraer) puedes regalar un perfume personalizado con nombre o una vela aromática. Tendrá casi el mismo efecto, será más barato que conquistar Egipto y te ahorrarás el paseo por el Nilo.
Napoleón y sus regalos con aires conquistadores
Napoleón Bonaparte le regaló a su amante Josefina un reloj de oro que no solo era una joya muy valiosa, sino que, además, estaba diseñado para que lo llevara escondido en su corsé. Vamos, que es lo más parecido a un Smartwatch del siglo XIX. Sentimos decirte que no tenemos relojes para que los guardes en tu corsé, pero si tenemos relojes y pulseras que podrás personalizar a tu gusto. Y créenos, serás igual de romántico y encantador que Napoleón.
El elefante diplomático que conquistó Roma
En 1514, el rey de Portugal contaba con una mascota nada corriente: un elefante blanco al que llamaron Hanno, procedente de la India. Pero el viaje de este animal no culminó en Lisboa, sino que viajó hasta Roma para convertirse en el obsequio más raro jamás visto en la coronación de un Papa. Hoy en día, regalar un elegante es… complicado. Pero un peluche personalizado puede facilitar un poco las cosas. En nuestra web podrás encontrar elefantes, búhos, jirafas, ositos y hasta tortugas. Además, con estos sí podrás dormir tranquilamente sin miedo a darte un susto de muerte cada noche.
Los vikingos y las calaveras decorativas (muy majos ellos)
Los vikingos no eran conocidos por su sutileza y como muestra de ello hay registros de que estos hacían regalos que incluían calaveras decoradas o huesos tallados. Estos obsequios simbolizaban poder, respeto y… buen gusto (especialmente buen gusto, claro). Si te gustan las calaveras pero no eres tan creepy, puedes regalar un felpudo con unas preciosas calaveras mexicanas, para recibir a tus visitas como debe ser. Aunque si te va el rollo de los vikingos, pero no a un nivel tan extremo, puedes regalar una jarra de cerveza medieval grabada. Te aseguramos que será igual de increíble, pero sin necesidad de cosas extrañas.
La estatua, un detalle sencillito por parte de los egipcios
¿Regalar flores? Eso es cosa del presente… En el siglo XIX, Egipto se vino arriba y le regaló a Francia el Obelisco de Luxor, un monumento de 23 metros de altura que pesaba nada más y nada menos que 200 toneladas. Actualmente se encuentra en medio de París, ahí puesto como si nada. Hoy en día no hace falta mover un obelisco por medio mundo, es mejor regalar una figura a tamaño real de algunos de tus amigos, porque ellos también merecen tener su propia estatua (aunque sea de cartón).
En conclusión, los regalos más raros de la historia han sido los más memorables y eso es lo que buscamos en Regalo Original. Queremos ayudarte a convertir lo raro en legendario para que puedas crear una historia a partir de ello. Porque lo original y diferente, mola.