VERDAD O BULO: Mitos de tus mascotas en el Día Mundial de los Animales

Aplicamos el fact-check animal a los más conocidos refranes e historias de gatos, perros… ¡Descubre si son leyendas o anécdotas reales comprobadas científicamente!

Fact check sobre los refranes e historias de mascotas en su Día Mundial de los Animales

Verdad detrás de los mitos y leyendas de los animales | Fuente: Shutter Stock

Entre tantos refranes y fake news, es difícil saber cuántas de nuestras costumbres son verdades o pura leyenda. ¡Más aún si tienen que ver con algún animal! Hemos construido una gran cantidad de mitos e historias alrededor de nuestras mascotas. ¡Siempre salen en cualquier conversación o película! Sin embargo, por muy divertida que sea la memoria de pez o la inmortalidad de los gatos, ¿cuánta verdad hay en esas anécdotas de animales?

Los consejos para cuidar mejor a nuestras mascotas no solo tienen que ver con qué accesorios chulos y personalizados comprarles. Como cada año, el 4 de octubre es la fecha ideal para replantearnos estos mitos y leyendas sobre la vida de nuestros compañeros gatunos, perrunos… Este Día Mundial de los Animales vamos a aprender a hablar con más certeza sobre ellos. Bienvenido a nuestro fact-check de preguntas y curiosidades sobre animales.  

🐈LOS GATOS SIEMPRE CAEN DE PIE

Veredicto: correcto✔️

Evidentemente no es tan absoluto como aquel divertido anuncio donde se formaba un bucle energético al pegar un gato a una tostada con mantequilla. Además, cada gato puede tener una velocidad de reacción distinta en función de varios factores físicos y contextuales. Pero lo que sí existe es ese mecanismo de auto-enderezamiento en los animales felinos. Gracias a su oído interno, previenen la caída para ajustar su cuerpo, cuello y cabeza en una posición de aterrizaje factible. Su truco secreto para caer de pie: doblar la espina dorsal. ¡Así absorben el impacto!  

🦴LOS PERROS AMAN LOS HUESOS

Veredicto: falso❌

Por supuesto que pueden comerlos, pero no les apasionan, y casi ni deberían hacerlo. Su manera de masticar y salivar les permite rebañar la carne de los huesos crudos reblandeciéndola para poder tragarla sin problema. ¡Pero lo que les interesa es esa sustancia, no su recipiente! Como mucho, si no quedan restos, pueden romper este hueso gracias a su dentadura para obtener la médula que contienen. Pero cuidado, porque si tienen hambre y no les queda otra pueden llegar a ingerir esos huesos. Si son astillosos y muy finos, pueden perforarles el aparato digestivo o incluso asfixiarles si se atragantan. Da igual que estén cocinados o que sigan crudos y parezcan más inofensivos: hay que tener cuidado con este estereotipo. Queda muy bien en las fotos y películas, y es cómodo, pero les haríamos un favor a los perros desviculándoles en nuestra mente de los huesos.

🐠LOS PECES NO TIENEN MEMORIA DURADERA

Veredicto: falso❌ 

Si se te suelen olvidar las cosas, seguro que te han dicho alguna vez que tienes memoria de pez. El boca a boca afirma que estos animales marinos tienen una memoria de unos tres segundos. Como si su mente funcionara como la del protagonista de ‘Memento’ (Christopher Nolan, 2000), sus recuerdos se reinician cada poco tiempo. Y realmente es tan cinematográfico que hemos visto esta teoría en películas como ‘Buscando a Nemo’ (Andrew Stanton, 2003). Pero la ficción es eso, invención. 

La nota a pie de página que explicaría esta teoría es que el personaje de Dory sufría amnesia anterógrada. Esta pérdida de memoria a corto plazo tan asociada a los peces también ocurre en humanos, como experimentó Guy Pearce. Por lo tanto, como han demostrado varios experimentos, no se trata de un trastorno específico de los peces. Esta especie ha aprendido a retener durante largos períodos de tiempo información de sus rutas, sus comidas o los peligros marinos, como se puede observar en su propio comportamiento. 

🦈LOS TIBURONES Y 🦁LEONES SON LOS ANIMALES QUE MÁS PERSONAS MATAN

Veredicto: falso❌ 

Una vez más, la gran pantalla nos ha vendido un estereotipo incorrecto. Si ves ‘Tiburón’ (Steven Spielberg, 1975), es normal que pienses que estos grandes mamíferos son los más mortales. Pero ocurre con ellos como con los aviones. Son más grandes y llamativos sus accidentes, pero para nada tan frecuentes como los de otra especie más diaria como los coches. En el terreno animal, aunque no den tanto miedo, los animales que más humanos matan cada año son los mosquitos. Ya que no pueden matar por la fuerza, su peligro radica en la gran cantidad de enfermedades víricas que pueden transmitir. Una de las más mortíferas es el dengue con unas 40.000 muertes al año. La malaria, la fiebre amarillo o del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa son otras armas que hacen al mosquito más peligroso que cualquiera de sus compañeros del reino animal. Aún así, como se recuerda cada 4 de octubre, ¡hay que protegerlos a todos!

🐘LOS CEMENTERIOS DE ELEFANTES FUERON REALES

Veredicto: falso❌ 

A pesar de ser una película de animación, ‘El Rey León’ traumatizó a más de un niño con aquel tenebroso cementerio de elefantes donde habitaban las hienas. Este lugar es otra expresión animal comúnmente utilizada y retratada en el audiovisual (tiene un poder ambiental tremendo). Viéndolo así tal cual, es comprensible la conclusión de que esos animales iban a esos anchos lugares a reposar para siempre sus huesos. La parte cierta contrastada por expertos es que los elefantes se reunían en algunas zonas cuando sufrían hambre y sequía. Sin embargo, no lo hacían para morir, ¡sino todo lo contrario! Era su manera de unirse para sobrevivir. Como podemos comprobar en estos (mal llamados) cementerios de elefantes, muchos de ellos no lo consiguieron. 

🐕LA EDAD DE LOS PERROS ES SIETE VECES LA DE LAS PERSONAS

Veredicto: ni verdadero ni falso✔️❌

Es verdad, pero a medias. Una investigación de la revista Cell Systems concretó ese dicho común en el siguiente estamento científico: las primeras ocho semanas de un perro corresponden a los primeros nueve meses de un bebé humano. Pero no vale extrapolar por regla de tres. Esta proporción no se mantiene en el tiempo, ya que variará en función de cada especie canina. Así, ese ritmo de envejecimiento o distancia con el ritmo humano no será una línea recta, sino más bien parabólica. Además, tendríamos que especificar si nos referimos al envejecimiento físico del aspecto del animal o al deterioro de su secuencia de ADN. Por lo tanto, aunque la proporción de 1 humano – 7 perro llegaría a ser válida en cierto punto de su vida, no puede convertirse en norma.