Whisky y ginger ale, la bebida que vive un nuevo renacer

Comenzó llamándose Horse’s Neck y era una mezcla de bourbon/brandy con ginger ale (similar a Sprite), limón y hielo. Hoy en día, se puede decir que esta bebida, de origen bastante antiguo, se está revalorizando en los últimos años. Cada vez son más los que se apuntan a la mezcla de moda de whisky y ginger ale. Y es que, lo cierto es que el whisky tiene un sabor fuerte y seco que no gusta a todo el mundo pero que, gracias al ginger ale, se aligereza y refresca. ¿Quieres saber cómo preparar el cóctel de moda? En este post os hablaremos de cómo conseguir la combinación perfecta.

Receta

INGREDIENTES:

  • Hielo
  • Whisky
  • Ginger Ale
  • Lima

PROCESO:

  1. Llenamos un vaso con hielo.
  2. Añadimos aproximadamente 25-50 ml de whisky (el equivalente a un chupito).
  3. Agregamos un poco del juego de la lima (1/4).
  4. Rellenamos el vaso con ginger ale y removemos.

Una opción para darle un toque de sabor adicional es agregar una rodaja de jengibre en el borde del vaso, que le dará un toque picante especial.

Recipiente

Como en todas las bebidas, el recipiente es una parte esencial del disfrute de la bebida. No es lo mismo beber el vino en un vaso que en una copa y, en el caso del whisky con ginger ale, ocurre lo mismo.

Los expertos recomiendan consumirla en un vaso bajo y de boca ancha, es decir, el clásico vaso de whisky.

Si conoces a algún amigo fanático de esta vieja receta renovada, te animamos a regalarle un vaso adecuado para su consumo y que, además, podrás personalizar con su nombre. Estos vasitos están fabricados en cristal de la mejor calidad y tienen el grosor suficiente como para que la bebida no se caliente con rapidez. Sin embargo, lo más destacado de ellos es la posibilidad de personalizarlos con el nombre del destinatario. Este diseño se realiza mediante el grabado con láser, por lo que es una grabación que permanecerá inalterable con el paso del tiempo.

Esperamos que este post os haya resultado útil para conocer mejor este cóctel de whisky y ginger ale, que se posiciona como el rival más fuerte de los gin-tonic. Como veis, su receta es de lo más sencilla, así que os animamos a ponerla en práctica y a contarnos los resultados.