Los regalos manuales son una manera excelente de tener un buen detalle con alguien especial. Son la manera más sencilla de demostrar a alguien lo mucho que nos importa y que estamos dispuestos a cualquier esfuerzo por hacerle feliz. En nuestro post de hoy vamos a hablaros de un regalo que resulta muy atractivo y que nos va a requerir muy poco esfuerzo: un bouquet de chucherías.
Materiales
Los materiales que requiere este bouquet son muy sencillos, ya que solo necesitaremos un recipiente grandecito de cristal transparente (cuanto más grande, más espectacular será pero también más chucherías gastaremos), un lazo bonito y palitos largos como los que se usan en los pinchos morunos.
Ingredientes
Por supuesto, los ingredientes dependerán del gusto de cada uno pero, si preferís seguir nuestras recomendaciones, os diremos que algunas de las chucherías que no pueden faltar son los chicles de bola (cuanto más grandes, mejor), las lenguas y los chupa-chups/piruletas. El resto del recipiente lo rellenaremos con chucherías a nuestro gusto o, más bien, al gusto del destinatario: moras, huevos, dentaduras, fresas… ¡hay que coger muchas!
Una recomendación es que, antes de comprar el recipiente de plástico, nos hagamos con un buen arsenal de chucherías y, una vez sepamos cuántas gominolas tenemos, comprar un recipiente de un tamaño ajustado a ellas. En este regalo, no pasa nada si compramos chucherías de más pero queda muy mal cuando nos quedamos cortos de ellas.
Montaje
Aunque podemos soltar las chucherías en el recipiente sin orden ni concierto, seguro que el regalo tiene un impacto mayor si guardamos un orden más o menos aparente.
Lo mejor es empezar poniendo una base de chicles de bola. Esta base hará que el recipiente se vea más homogéneo y nos ayudará a rellenar un hueco importante en el jarrón, que no estará ocupado por otras chuches más sabrosas. Después, colocaremos el resto de capas del recipiente empezando por los lados. En las zonas pegadas al cristal deberíamos colocar las chucherías más vistosas o de las que más tengamos, por ejemplo, una fila entera de corazones de chuchería o de nubes y, en el centro, deberíamos colocar las chucherías menos bonitas o que nos vayan sobrando.
Una vez tengamos nuestro bote casi lleno, llegará la hora de la decoración. En este momento, es muy socorrido recurrir a los palitos de regaliz o a las piruletas, que colocaremos clavadas en el resto de chucherías, como si fueran flores. También podemos hacer unas flores de chuchería con los palitos y las lenguas, su proceso de preparación es quizás, lo más laborioso pero tiene un impacto muy atractivo sobre el regalo:
- Doblamos una de las lenguas haciendo una «S» y la clavamos en el palito. Mejor si para esto utilizamos una lengua de color verde, ya que ésta parte será la hoja de la rosa.
- Cogemos una lengua de otro color y la enrollamos sobre si misma, al mismo tiempo que vamos girando el extremo de la lengua para dar la sensación de pétalos. Podemos encadenarlo con otra lengua más para que parezcan más frondosas.
- El final del extremo de la lengua lo unimos a la parte baja de la rosa y lo clavamos en el palito para completar la flor.
Podéis encontrar instrucciones más detalladas en el blog de Cocinoydisfruto. Estas rosas darán un toque genial a nuestro bouquet y darán una mayor sensación de esfuerzo. Al igual que con las piruletas, clavamos el palito en el resto de chucherías para simular un jarrón de flores.
Por último, podemos utilizar una cinta para enrollar alrededor del recipiente y darle un aire más delicado.
¿Os ha gustado nuestra idea? Es un regalo muy socorrido cuando estamos pensando en agasajar a un amante de las chucherías y que tampoco nos exigirá mucho dinero ni tiempo.
Aún así, si eres de los que no tiene tiempo ni para respirar o crees que puede costarte demasiado, también tenéis la opción de haceros con un regalo bien cargado de chucherías y que un mensajero lo lleve directamente a las manos del destinatario. ¡Fijaros si no en esta espectacular tarta de chucherías!
